Imagen: fernandovega.info
Muchos son los que lo intentan o lo han intentado alguna vez: un blog personal es la mejor forma de dar salida a nuestras inquietudes y plasmarlas en el entorno digital. Pero esta no es la única posibilidad que ofrece un blog personal. De la mano de bloggers como Fernando Hernández Vega, podemos conocer y adivinar qué más recursos existen detrás de la creación y el mantenimiento de una página web personal. ¿Cómo podemos sacarle el máximo rendimiento a la blogosfera?
El mejor currículum digital posible
Un blog dice muchísimo de quien lo escribe desde la profesionalidad de los textos hasta el tono, carácter y la selección de las imágenes que lo acompañan.
Todos estos aspectos se pueden disfrazar en un CV o en el perfil de LinkedIn, donde todos nos esforzamos por aparentar ser los mejores en nuestro campo, pero es indisimulable en una página web a la que le hemos dedicado días, meses, e incluso años.
Los reclutadores de esta forma tienen una herramienta extra de la que sacar información valiosa sobre nosotros, por lo que bien cuidado y presentado, resultará más eficaz que el listado de cursos que hemos certificado.
Una inversión a largo plazo
No nos debemos llevar a engaños: vivir de un blog es muy complicado, pero no imposible. Aun así, existen diferentes formas de monetizarlos que nos pueden resultar rentables a largo plazo, desde ofrecer su espacio para otros redactores, anuncios si recopilamos un gran número de visitas o contactos en el sector a lo que lo dediquemos que nos hagan crecer profesionalmente.
Una herramienta de reputación online
A día de hoy, la mejor forma de conocer a alguien es haciendo una búsqueda en Google de su nombre y apellidos. Así, se tiene acceso desde redes sociales hasta comentarios en espacios públicos como foros y noticias.
Tener bajo control este aspecto es fundamental para que nuestro “yo real” case con el “yo virtual” casi en la totalidad de aspectos. Por ello, si entre los resultados encontramos un blog personal que refleje con exactitud lo que sentimos, podremos tener mucho más controlado nuestro reflejo en internet que si aparecen páginas de terceros que usen nuestro nombre.
Una fuente de conocimiento y recuerdos
Desde que el mundo digital hizo pasar de moda la fotografía analógica, ya son pocos aquellos que coleccionan recuerdos a través de álbumes de fotografías que palpar y revisar cómodamente desde el sillón de casa.
A día de hoy nuestros recuerdos se guardan en pen drives y discos duros, y si a ellos sumamos un blog como plataforma de nuestros recuerdos, los haremos más accesibles y rememorables, también al alcance de nuestros seres queridos.