Los gurús de las telecomunicaciones lo tienen claro, estamos a las puertas de un nuevo salto en el diseño y la funcionalidad de los teléfonos móviles. Móviles que cada vez se parecerán menos a esos aparatos que usted ha conocido con teclas, pantallas y extraordinariamente físicos… y frágiles.
¿Frágiles?, en esta década ya veremos teléfonos móviles irrompibles. Es cierto que ya se comercializan móviles de cristal de ión fusionado que resistirán golpes, arañazos y caídas libres en ambientes extremos. Las opciones watherproof no se elegirán, estarán en la base de todos los diseños, para poder hablar bajo la lluvia o en ambientes húmedos de cualquier ecosistema.
Lo verdaderamente novedoso será el uso de metales de alto rendimiento para las carcasas que encajarán abolladuras pero que ‘recordarán’ como eran sus perfiles para reconstruir sus formas por sí solos. En doce años dicen los gurús que tendremos esos móviles con diseños regeneradores. De hecho ya se ha estado hablado de smartphone que puedan proyectar teclados en las mesas para mejorar la escritura como lo muestra la imagen.
Servicios para poder liberar móviles por IMEI, funcionan de manera muy sencilla, se convertirán en espacios en los que pedir una personalización de la telefonía móvil a la carta y hasta exclusiva. Esto antes no sucedía, dependíamos 100% de la operadora que teníamos contratada pero por suerte ya no es así.
Otra de las tendencias será la customización extrema. El usuario podrá decidir como quiere configurar su móvil, no con qué memoria, con que cámara, con qué tipo de vídeo, sino de una forma más avanzada, con qué funcionalidades para dar cobertura al estilo de uso y rendimiento que espera de su dispositivo telefónico.
A las pantallas inteligentes, táctiles, les espera una reconversión para mejor, ser espejo de capturas y de reproducciones audiovisuales de muy alta resolución. Calidad cinematográfica en la mano, o lo que es lo mismo, una alta resolución cuatro veces mejor que la que se disfruta en la actualidad en otros dispositivos y sistemas.
Las redes móviles ganarán más rapidez en la gestión de los datos que harán palidecer por lentos los 4Gs actuales. En cinco años, o menos, se podrá descargar una película en alta definición en el móvil y a través de una red inalámbrica en apenas treinta segundos.
Por supuesto, que el almacenamiento de los datos dará más juego a la gestión de archivos, sí, exacto, con aplicaciones para comunicarse con datos en la nube. ¿Fecha para esto?, los gurús vaticinan que 2020.
El futuro que espera a la telefonía móvil es extraordinariamente interesante. Si la movilidad fue una conquista de los primeros teléfonos móviles, ahora el futuro se llena de personalizaciones y de capacidades para seguir convirtiendo a la telefonía móvil en un centro de comunicaciones personales de alto rendimiento.